Museo Salzillo de Murcia
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Exposición: El belén murciano, de ayer y de siempre


Del 5 de diciembre de 2022 al 5 de marzo de 2023

Comisariado y texto: Ángel Peña Martín
Coordinación: María Teresa Marín Torres
Diseño gráfico: Jose Luis Montero
Fotografía: Colección Nacimiento Tradicional Peña Martín


Esta exposición recupera parte de la historia del belén murciano y su contexto, los belenes de los hogares españoles, desde finales del siglo XIX hasta la primera mitad del XX, a través de una significativa selección de obras pertenecientes a la Colección Nacimiento Tradicional Peña Martín.

Es un hecho indiscutible que la artesanía belenista forma parte del patrimonio cultural, identidad y memoria de la ciudad de Murcia.

La popularización del nacimiento en los hogares españoles a finales del siglo XIX hizo que surgieran en la ciudad numerosos talleres que se dedicaron a realizar sus figuras.

Muchos de ellos se localizaron en los barrios de San Juan y San Antolín, integrándose en el tejido urbano y la vida cotidiana de la ciudad y sus gentes.

En las primeras décadas del siglo XX algunos talleres se transformaron en industrias, convirtiendo a Murcia en el mayor centro productor español de nacimientos.

Estos artesanos e industriales, para una mejor comercialización de sus productos, comenzaron a publicar catálogos y hojas de tarifas de precios.

Todos estos documentos, junto a las cartas comerciales, tarjetas de visita y facturas, hoy nos permiten localizar correctamente los talleres, datarlos y conocer los productos que realizaban, sus medidas, acabados, modo de producción y venta.

Con el objeto de subsistir a lo largo de todo el año, puesto que las figuras de nacimiento no se vendían hasta el final del mismo, estos talleres de figuras de barro policromado elaboraban también imágenes religiosas y figuras artísticas de imitación porcelana, figuras de capricho, lámparas, violeteros, palilleros y diversos géneros corrientes, entre los que se encontraban figuras de Semana Santa, santos, monjas para vestir, tipos regionales, suertes del toreo y lances de la lidia, caricaturas y figuras raras con sus cabezas de movimiento, estudiantinas, gran surtido de bichos, etc.

A las figuras de barro, algunos talleres añadían la producción de juguetes de madera y cartón. Artesanos e industriales como José López, Antonio Pérez Gil, José García Martínez, Antonia Rocamora Sánchez, Cayetano Serrano Lozano, P. Abellán López, Juan Antonio Mirete Rubio, Rogelio Pérez Garre, Manuel Ortigas Méndez, Elías Martínez y otros tantos, llevaron el nombre de Murcia por toda la geografía nacional.

Sus figuras de nacimiento, en las semanas previas a la Navidad, eran vendidas en las tradicionales ferias de belenes y mercados navideños que acogían las plazas de nuestras ciudades, como la de Santa Cruz de Madrid, a las que acudían las familias para comprar todos los elementos necesarios para la construcción del nacimiento de sus hogares.

En los puestos se vendían las figuras de barro junto a los materiales para armar los nacimientos, como las construcciones de corcho y cartón, el corcho para simular rocas y precipicios imponentes, el musgo para las verdes praderas, la indispensable estrella de latón y las velas de colores para iluminarlos.

De feria en feria se iba ampliando el nacimiento familiar, adquiriendo nuevas figuras y reponiendo las rotas, puesto que el belén era el compañero de juegos de los niños de la casa mientras que permanecía montado.

De vuelta a casa, con todos los elementos necesarios, comenzaba, por fin, la obra trascendental, la construcción del nacimiento, involucrando a toda la familia.

Un belén en el que lo más importante era la ilusión, en la que coincidían los niños y los adultos, creando un nacimiento espontáneo, contra todos los cánones de la perspectiva y pletórico de anacronismos.

Sobre el paisaje de papel de estraza, corcho y musgo, se disponían las casas, el ramaje, el río de espejo y multitud de figuras de barro, puesto que los nacimientos murcianos decimonónicos, herederos del creado entre 1776 y 1783 por el escultor Francisco Salzillo (1707-1783) para el noble murciano Jesualdo Riquelme y Fontes (†1789), se caracterizaban por ser un relato continuo, en el que aparecían representados en el mismo espacio diferentes episodios evangélicos, como la anunciación a la Virgen María, la visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel, el sueño de san José, la petición de posada de la Virgen María y San José en Belén, el nacimiento del Niño Jesús, la huida a Egipto de la Sagrada Familia, el taller de Nazaret, etc.

Como consecuencia de ello, las figuras de la Virgen María, San José y el Niño Jesús se repetían en varias escenas, que además tenían lugar en diferentes localizaciones, tales como Nazaret, Ain Karim, Belén y Jerusalén.

Esta representación del nacimiento de Cristo no era, por lo tanto, una recreación realista de los lugares y paisajes evocados, sino que lo que se mostraba era un paisaje simbólico, en el que se resaltaba el carácter extraordinario de las escenas representadas.

De ahí que el Niño Jesús en los belenes murcianos se acostase en un pesebre en cuyo respaldo aparecía la gloria divina, esto es, una nube calada por un haz de rayos dorados.

Junto a las escenas principales había gran cantidad de figuras que representaban las acciones más corrientes de la vida, como reflejo de nuestro pueblo y de sus costumbres, y los pastores que iban a adorar al Niño Jesús recién nacido, bajando por las veredas del nacimiento, en una fila interminable que comenzaba ante el portalito, en Belén, y terminaba en Jerusalén.

Unos pastores que vestían el mismo atuendo por el serrín de los nacimientos que sobre los caminos de nuestra tierra.

Gracias a este anacronismo, que hoy reviste un interés etnográfico de primer nivel, el nacimiento no era algo frío y distante en el tiempo y en el espacio, sino que, al hacer tan próximo el relato, las familias se identificaban plenamente con lo representado, ya que se reflejaba su sistema de vida, con sus atuendos y enseres, y su relación con el entorno.

Durante la Navidad, los nacimientos eran el lugar de reunión de las familias. Como representación viva y participativa, eran objeto de numerosas costumbres familiares que los dotaban de vida y que hacían que fueran los auténticos protagonistas de las fiestas de Navidad.

Tras la Misa del Gallo tenía lugar la colocación de la figura del Niño Jesús en el pesebre, que el veintiocho de diciembre, festividad de los Santos Inocentes, sería retirada para evitar que cayese en poder de los soldados de Herodes.

Día a día, los niños acercaban las figuras de los Reyes Magos hasta el portal de Belén, siguiendo la estrella por los caminos de serrín entre montañas de corcho y musgo, con el objeto de que, el seis de enero, adoraran al Rey de reyes. Ante el nacimiento se rezaba, se recitaban versos y se entonaban villancicos.

Pasado el día de Reyes, las zambombas y las panderetas callaban, las figuras del nacimiento volvían a sus cajas, a su letargo de once meses, y todo retornaba a su estado ordinario.

Bibliografía

  • DÍAZ, María José y GÓMEZ, José María. El arte belenístico de la Región de Murcia. Murcia, Consejería de Cultura y Educación. Dirección General de Cultura. Biblioteca Regional de Murcia. Editora Regional de Murcia, 1997 (tercera reimpresión).
  • PEÑA, Ángel. La Navidad en España en el siglo XIX. El Nacimiento y sus tradiciones. Zamora: Colección Nacimiento Tradicional Peña Martín, 2016.
  • PEÑA MARTÍN, Ángel. “Costumbres en torno al nacimiento tradicional”, Pandereta. Asociación de Belenistas de Elche, no 12, 2013, pp. 105-108.
  • PEÑA MARTÍN, Ángel. “Aquello que se marchó… Oraciones y villancicos ante el Nacimiento”, Anunciata. Federación Española de Belenistas, no 21, 2015, pp. 52-56.
  • PEÑA MARTÍN, Ángel. “¡Misterios a real! La plaza de Santa Cruz en Navidad”, Anunciata. Federación Española de Belenistas, no 22, 2016, pp. 49-54.
  • PEÑA MARTÍN, Ángel. “Las novedades de la presente temporada: catálogos, tarjetas de visita y sellos de los artesanos belenistas”, Pandereta. Asociación de Belenistas de Elche, no 16, 2017, pp. 87-91.
  • PEÑA MARTÍN, Ángel. “El Nacimiento tradicional español como representación de nuestro paisaje sagrado”. En CRUZ SÁNCHEZ, Pedro Javier, SÁNCHEZ VALDELVIRA, Beatriz, TORRES, Jorge y SANTANA, Olinda. (coords.) Los paisajes sagrados a escena. Visiones plurales. Junta de Castilla y León y Museo Etnográfico de Castilla y León. Laboratorio Paisajes Culturales Sagrados, 2021, pp. 23-35.
  • PEÑA MARTÍN, Ángel. “El comercio callejero en las pascuas. Los mercados de Navidad en Madrid en el siglo XIX”. En SÁNCHEZ DEL BARRIO, Antonio y PEÑA MARTÍN, Ángel (coord.). Mercados de Navidad del siglo XIX. Colección Nacimiento Tradicional Peña Martín. Medina del Campo: Fundación Museo de las Ferias, 2022, pp. 11-27.
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