Belén napolitano
Este belén fue reunido por los hermanos Emilio y Carmelo García de Castro y adquirido por la Fundación Católica San Antonio en octubre de 2014 para su exposición habitual en el Museo Salzillo.
Los García de Castro, procedentes de Madrid, grandes amantes del arte y aficionados a coleccionar figuras para belenes napolitanos, dedicaron toda su vida a la búsqueda crítica, científica y paciente de piezas únicas del siglo XVIII. El primer belén reunido fue adquirido por el Estado en 1996 y se encuentra desde entonces en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.
El que actualmente puede contemplarse en el Museo Salzillo fue realizado en torno a los años 1725 y 1790, pequeñas maravillas que, como dijo un viajero de la época, eran realizadas por artesanos y artistas y en el se implicaba todo el pueblo napolitano, especialmente los ricos nobles. La mayoría se dispersaron en el siglo XIX, de ahí el afán de los amantes del arte por volver a reunir aquellos esplendorosos presepi, contabilizándose hoy día unas diez mil piezas en todo el mundo.
Frente al famoso Belén de Salzillo, español por antonomasia, por ser un conjunto de misterios sagrados donde predomina la piedad doméstica y el sentido narrativo de la historia sagrada, este es más laico y el protagonista absoluto es el pueblo napolitano retratado en un escenario urbano. Las figuras son manichini vestiti, hechas en terracota o madera pintada, solo en cabeza pies y manos y sujetas a un armazón de alambre, vestidas con ricos atavíos y ornamentos.
El belén napolitano consta de más de seiscientas piezas, de las que trescientas son figuras humanas y animales, algunas procedentes de la casa de Borbón y de la colección personal de Carlos III. Hay piezas que son verdaderas obras maestras como el ciego desnudo, del reputado escultor Giuseppe Sanmartino. Cuenta con un rico y diverso ajuar que va desde las armas de los cortejos reales a los utensilios domésticos.
Se mezcla lo cortesano con lo religioso, lo sofisticado con lo popular y muestran la vida del siglo XVIII con diversas escenas de taberna y mercado entresacadas de la vida cotidiana que se unen al exotismo de los cortejos de los Reyes Magos, lo que da como resultado escenas populares y pintorescas dentro de un marco urbano espectacular.
Este belén napolitano y el belén de Salzillo, que el visitante verá a continuación, permiten una comparación de las tradiciones belenísticas napolitana y la típicamente española, así como ahondar en las raíces napolitanas del gran escultor del siglo XVIII, Francisco Salzillo.