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Exposición: Belén Lamaigniere

Del 11 de diciembre de 2020 hasta la fecha

Texto: María Teresa Marín Torres
Montaje y escenografía: José Fructuoso
Fotografía y diseño: José Luis Montero
Coordinación: María Teresa Marín y Germán Cantero


Este belén, conocido como Belén de Lamaigniere, formado por nueve piezas, puede atribuirse a Nicolás y a Francisco Salzillo, tal y como se viene haciendo por tradición y como ya constató Andrés Baquero Almansa en 1913.

Pertenecería a parte del belén del convento de monjas agustinas del Corpus Christi de Murcia, junto a la colección de la familia Campderá, de treinta y una piezas, expuesta esta Navidad en el palacio de San Esteban de Murcia (Gómez de Rueda, 2013; Peña Velasco y Marín Torres, 2013).

Cabe recordar que Nicolás Salzillo (Santa Maria Capua Vetere, 1672 – Murcia, 1727) se formó en el taller de los hermanos gemelos Aniello y Michele Perrone, que trabajaron la escultura religiosa en madera policromada así como los belenes.

Belén Lamaigniere
Belén Lamaigniere

De hecho, se atribuye a Michele la definitiva sistematización de los maniquíes vestidos de los belenes napolitanos tal y como hoy los conocemos, aunque si el belén de agustinas fue realizado por Nicolás Salzillo, el escultor se adaptaría perfectamente a la tradición española al modelar figuras en barro policromado.

La composición de belenes en Murcia antes de los Salzillos se remontaría al siglo anterior y se ubicaba principalmente en los conventos de clausura, aunque también se han estudiado ejemplos en el ámbito doméstico.

Son pocos los testimonios que han llegado hasta la actualidad y es difícil su estudio por la desaparición de los archivos de los conventos, saqueado el de agustinas, destruido el de capuchinas en la Guerra Civil de 1936.

Detalle del Belén Lamaigniere
Detalle del Belén Lamaigniere

El belén, que según Fuentes y Ponte (1900) tendría unas quinientas piezas, debió venderse en lotes, dado que en la actualidad se ha podido seguir su pista a través de las dos colecciones citadas, que provendrían del convento de agustinas.

La que hoy contemplamos en el Museo Salzillo fue adquirida por el consignatario de buques y empresario de tráfico portuario y aéreo José Lamaigniere Rodes (Alicante, 1866-1968), cuya familia procedería de los franceses que llegaron a Alicante en tiempos de Napoleón (Planelles-Ivánez, 2011).

La Casa Lamagniere, en la Explanada de España de Alicante, fue construida entre 1918 y 1921 por el arquitecto también alicantino Juan Vidal Ramos en estilo modernista e historicista.

El belén que vemos hoy aquí sería parte de otro mucho mayor adquirido por José Lamaigniere a principios del siglo XX y que se habría dispersado en el tiempo por herencias.

Consta de nueve piezas modeladas en barro policromado: una Virgen María con el Niño y un San José apoyado en una columna, los Reyes Magos con sus pajes en adoración, dos ángeles, uno de ellos con una filacteria, más la Virgen en una mula que por su gravidez formaría parte del grupo de La Posada.

El estilo de estas figuras es prácticamente similar a las que posee la familia Campderá, especialmente los personajes de los Reyes Magos.

Detalle del Belén Lamaigniere
Detalle del Belén Lamaigniere

Según Andrés Baquero (1913) Nicolás Salzillo realizó junto a su hijo Francisco el belén de las monjas Agustinas, lo que también suscribió Elías Tormo en su Guía de Levante de 1923, aunque atribuye el belén, «en parte napolitano», a Francisco Salzillo en exclusiva.

También lo hace Villamil en 1916, aunque lo considera una obra infantil del escultor, como ha estudiado Antonio Botías (2014).

Es una pena que la descripción de este académico fuera tan somera pues solamente habló de tres series, una de imágenes de unos quince centímetros de procedencia napolitana, otras de veinte o más centímetros «pintadas y que causan un origen que llamaremos indígena», y un tercer grupo de figuras en madera policromada, «algo más alta que las anteriores y que también supongo obra del arte local».

Para él las más sobresalientes eran las del segundo grupo y serían las que podrían atribuirse a Salzillo padre e hijo. Son también las que estarían dentro del grupo del belén Lamaigniere, de mayor calidad formal.

Lo cierto es que los belenes de ambas colecciones, Campderá y Lamaigniere, son de gran interés puesto que manifiestan el arte de Nicolás Salzillo y de su hijo en una edad temprana.

El Niño Jesús de la colección Lamaigniere es evidentemente producción de Nicolás, con la característica frente alta y rizos del cabello ampulosos, como probablemente también sean de su mano el resto de las figuras de este belén.

Las vírgenes poseen los ojos rasgados habituales en la obra de las primeras décadas de Francisco Salzillo. San José apoyado a una columna, muestra cierta nostalgia, colocado en un segundo plano, como ocurre con el de la Sagrada Familia de la parroquia de San Miguel de Murcia.

La Virgen María es de gran delicadeza, aunque sus ropajes son mucho más serenos que los más movidos de la Virgen del Nacimiento de Riquelme, que por su policromía estofada muestra una mayor sensibilidad rococó.

El belén Lamaigniere es sin duda un precedente importantísimo del belén que hiciera Francisco Salzillo al final de su vida para el noble murciano Jesualdo Riquelme y por ello merece estar expuesto en la Sala del Belén de Salzillo como precursor del mismo.

Bibliografía

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